importancia de la regulación – Entre los factores climáticos que influyen sobre el cultivo y la producción se encuentra la temperatura, que debe oscilar entre los 18-25 °C para que la planta pueda crecer correctamente y dar su fruto (Ver tabla con el resumen de exigencias de temperatura para distintas especies). Por debajo o por encima de esta temperatura óptima la planta no se consigue desarrollar adecuadamente y es posible que el cultivo no realice su ciclo biológico normal y no alcance su máximo potencial de rendimiento.

La temperatura interviene (junto con otros factores como el CO2, iluminación, etc.) en ciertas funciones como por ejemplo la apertura o cierre de los estomas, que son imprescindibles en los procesos vitales de la fotosíntesis, transpiración y respiración de la planta. En condiciones óptimas, estos estomas que se encuentran en el envés de las hojas de las plantas, estarán abiertos para permitir el intercambio gaseoso, posibilitando la entrada de dióxido de carbono y liberando el oxígeno.

Si la temperatura del interior del invernadero aumenta, también aumenta la cantidad de agua que se pierde por transpiración, y los estomas se cerrarán como método de protección para evitar la pérdida excesiva de agua. Aunque este método de protección puede tener un efecto negativo, pues con los estomas cerrados se restringe la entrada de dióxido de carbono que es fundamental para realizar la fotosíntesis.

Con el fin de no perder agua innecesariamente y realizar el necesario intercambio de gases, las plantas deben regular la apertura y el cierre de los estomas. Por lo cual, se debe conseguir una tempera óptima para que se produzca un buen desarrollo del cultivo.

importancia de la regulación

En función de los efectos que ocasionan al cultivo, se distinguen distintos tipos de temperatura:

Tipos de temperatura

• Temperatura mínima letal. Aquella por debajo de la cual se producen daños en la planta.
• Temperatura óptima. La temperatura correcta para que la planta se desarrolle en las condiciones idóneas.
• Temperaturas máximas y mínimas biológicas. Indican valores, por encima o por debajo respectivamente del cual, no es posible que la planta alcance una determinada fase vegetativa, como floración, fructificación, etc.
• Temperaturas máxima letal: Aquella por encima de la cual se producen daños en la planta.

Factores ambientales que ayuda a desarrollar el cultivo de hortalizas

Los factores climáticos que más influyen sobre la fisiología de las plantas son la temperatura y la lluvia, y le siguen en importancia la luz solar, la humedad relativa y el viento. En cuanto a los factores edáficos son importantes las características físicas y químicas del suelo, y en el aspecto biológico es básica la composición genética del material de siembra. A esos factores se agrega el manejo agronómico que proporciona el hombre.

La mayoría de los procesos biológicos se acelerarán con temperaturas altas, lo cual puede ser tanto positivo como negativo. Un rápido crecimiento o producción de frutos es un beneficio en la mayoría de los casos, sin embargo, la excesiva respiración que se produce es desfavorable porque implica que quedará menos energía disponible para el desarrollo de los frutos, resultando en unos frutos más pequeños. Algunos efectos se manifiestan a corto plazo mientras que otros lo harán a largo plazo. El equilibrio de asimilación de la planta, por ejemplo, se ve influenciado rápidamente por la temperatura, sin embargo, la inducción floral requerirá más tiempo.

importancia de la regulación

Algunos factores que influyen en los procesos fisiológicos de las plantas.

• Temperatura

La temperatura afecta la tasa de desarrollo de la planta a través de sus distintas fases de crecimiento y la producción de hojas, tallos y otros componentes. Todos los procesos fisiológicos de la planta ocurren más rápidamente a medida que la temperatura aumenta entre una temperatura base y una temperatura óptima. Un buen manejo del cultivo puede contrarrestar más fácilmente los efectos negativos de las altas temperaturas que los de las bajas temperaturas, especialmente de las heladas.

• Radiación solar

El crecimiento del cultivo está determinado en primer lugar por la cantidad de radiación solar que puede interceptar y usar durante su vida. Un exceso de radiación raramente es un problema, siempre que estén disponibles agua y nutrientes. Para obtener rendimientos altos las hojas deberán crecer y cubrir la superficie del suelo tan pronto como sea posible después de la siembra. Si este proceso se demora, la radiación solar se pierde en forma de calor incorporado al suelo desnudo, evaporando la humedad del suelo.

• Atmósfera enriquecida por CO2

Una mayor presión de CO2 en la atmósfera tiene el potencial de aumentar la actividad fotosintética y disminuir la fotorespiración mediante la disminución de la actividad oxigenasa de la rubisco. Otros procesos verificados son la reducción de la conductancia estomática, el aumento de la eficiencia del uso del agua –relación entre la cantidad de CO2 asimilada por agua transpirada– y de la razón C/N o carbono/nitrógeno.

• Cambio climático

Las plantas son seres vivos que al igual que nosotros tienen reacciones específicas a su entorno y medio ambiente. La interdependencia entre las actividades humanas y las plantas es una realidad y por ello se estudia el comportamiento de cualquier tipo de planta en respuesta al ambiente donde crece, así como a variaciones climáticas en dichos sitios.

El cambio climático implica el incremento atmosférico de la concentración de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2) y metano. Aunque estos gases se encuentran de manera natural en la atmósfera, las actividades humanas liberan al aire una gran cantidad de estas sustancias lo cual incrementa la temperatura media del planeta – calentamiento global – e influyen directamente en los patrones de lluvias ocasionando periodos más largos de sequía o por el contrario ocasionando fuertes inundaciones.

Monitoreo de las condiciones ambientales en la producción agrícola

Es urgente monitorear el comportamiento de las plantas bajo estos nuevos escenarios climáticos y responder preguntas como ¿qué tanto toleran las plantas el incremento de la temperatura? ¿cuánto tiempo pueden estar sin agua? ¿qué sucede con plantas que crecen con una concentración elevada de CO2? Y sobre todo ¿cómo amenaza el cambio climático la supervivencia de una planta en una región geográfica determinada?

importancia de la regulación

Aportaciones básicas de un invernadero en cultivos

La regulación de la temperatura es un factor crucial en el cultivo hortícola, ya que influye en el crecimiento y desarrollo de las plantas y en la producción de frutos. A continuación, se describen algunos de los aspectos más importantes de la regulación de la temperatura en un cultivo hortícola.

Temperatura óptima

La temperatura óptima para el cultivo hortícola varía según la especie de planta, pero en general debe oscilar entre los 18-25 °C para que la planta pueda crecer correctamente y dar su fruto. Por debajo o por encima de esta temperatura óptima, la planta no se desarrolla adecuadamente y es posible que el cultivo no realice su ciclo biológico normal y no alcance su máximo potencial de rendimiento. Es importante conocer las exigencias de cada especie de hortaliza para poder regular la temperatura adecuadamente.

Control de la temperatura en invernaderos

Una de las ventajas que ofrece el cultivo en invernadero es el control de las condiciones climáticas para asegurar un mejor desarrollo de la planta. El control de la temperatura en invernaderos es
fundamental para regular la temperatura óptima para el cultivo hortícola. Los invernaderos pueden estar equipados con sistemas de calefacción y refrigeración para mantener la temperatura adecuada . Además, es importante monitorear la temperatura en todo momento para asegurarse de que se mantenga dentro del rango óptimo.

Efectos de la temperatura en el crecimiento de las plantas

La temperatura influye en el crecimiento de las plantas de varias maneras. Por ejemplo, la temperatura interviene en ciertas funciones como la apertura o cierre de los estomas, que son imprescindibles en los procesos vitales de la fotosíntesis, transpiración y respiración de la planta. Además, la temperatura influye en la velocidad de crecimiento de la planta y en la producción de frutos. Es importante mantener la temperatura adecuada para asegurar un crecimiento y desarrollo saludable de las plantas.

Temperatura y estación del año

La temperatura también está relacionada con la estación del año y puede influir en el cultivo hortícola. Por ejemplo, las hortalizas de hojas y los tubérculos prefieren el sol pleno, pero toleran la sombra parcial. No toleran el calor reflejado en el verano. Los cultivos de primavera suelen plantarse entre dos y cuatro semanas antes de la fecha promedio de helada de la primavera. Es importante conocer las exigencias de cada especie de hortaliza para poder cultivarlas adecuadamente según la estación del año

Conclusiones

La regulación de la temperatura es un factor crucial en el cultivo hortícola. La temperatura óptima varía según la especie de planta, pero en general debe oscilar entre los 18-25 °C para que la planta pueda crecer correctamente y dar su fruto. El control de la temperatura en invernaderos es fundamental para regular la temperatura óptima para el cultivo hortícola. La temperatura influye en el crecimiento de las plantas de varias maneras, y es importante mantener la temperatura adecuada para asegurar un crecimiento y desarrollo saludable de las plantas. Además, es importante conocer las exigencias de cada especie de hortaliza para poder cultivarlas adecuadamente según la estación del año.

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