Si no se controlan adecuadamente, estas amenazas pueden destruir un cultivo en un instante. También existe el riesgo de condensación, ya que los invernaderos retienen el calor y la humedad, lo que puede provocar la formación de gotas de agua en la parte superior del invernadero. Esto puede afectar la cantidad y calidad de luz solar que reciben las plantas, así como su desarrollo y crecimiento.
Finalmente, los invernaderos generalmente tienen una mayor susceptibilidad a los cambios de temperatura y humedad, lo que puede afectar la calidad y cantidad de los cultivos. Un cambio climático repentino puede ser devastador para los cultivos en los invernaderos, por lo que es importante que los agricultores tengan un plan de contingencia preparado para estas situaciones.
En resumen, el cultivo en invernadero puede ser una herramienta eficaz para los agricultores, aunque también conlleva sus propias limitaciones. Estas limitaciones incluyen la dependencia en los factores externos, el alto costo de construcción y mantenimiento, así como el riesgo de condensación, plagas y enfermedades, y la susceptibilidad a los cambios climáticos.
Para aprovechar al máximo los beneficios de los invernaderos, los agricultores deben estar conscientes de las limitaciones y tomar las medidas necesarias para minimizar los riesgos. Esto incluye la instalación de sistemas de riego automáticos, la selección de materiales resistentes a la intemperie y la vigilancia de plagas. El cuidado adecuado de un invernadero puede ayudar a los agricultores a aprovechar al máximo los beneficios de este tipo de cultivo.